4.19.2007

Antonio Block vivía en el norte en un tiempo muy remoto. Su familia estaba bien acomodada y él vivía de los excedentes, que no eran pocos. Gustaba de ver como la noche devoraba al día y la tierra quedaba ennegrecida. Cada noche subía a la torre del castillo y se sentaba a observar el triunfo del mal sobre el bien. Con él llevaba un saco donde guardaba sus triunfos. Objetos hermosos robados y/o destruidos, animales muerto a cuchillo por él mismo y todo aquello que pudiera demostrar su maldad. Cuando la noche se había asentado ya, miraba al cielo y esputaba con pasión insultos y risas envueltas en un podrido paño de superioridad. Pero ya no lo hará más. Desde hoy el juego de los desprecios ya no tiene lugar en la tierra del norte porque hoy, Antonio Block ha muerto ahogado en su propia necedad.

2 comments:

The Storyteller said...

Antonio Block... genial.
Por cierto, creo que tiene que hacer algo con el saco no? no dejes elementos dramáticos sin cerrar.

Anonymous said...

Good post.