3.21.2006

Jonás se encuentra sentado y desnudo. Enlazando sus piernas con sus esqueléticos brazos mortecinos. Sobre él colgado a varios metros de altura, como una lúgubre tienda de campaña, se encuentra lo que queda de la ballena. Esqueleto y poco más. Antaño un refugio. Antaño un lugar de autodescubrimiento. Ahora restos de un cadáver. JONÁS!!!! Sal de una vez de ese infierno. Con maternal maestría el despojo de la ballena tiene a Jonás atrapado bajo su culpabilidad. El hedor de un vinculo ya caduco es para él néctar divino, ambrosía decadente, narcótico embriagador. Tú y yo sabemos que no quiere liberarse, prefiere morir bajo tan divinos huesos, a dar un solo paso en un mundo infinito. Ayudemos a Jonás, ayudemos a romper las etéreas cadenas emocionales que lo someten. Ayudemos.