3.04.2008

Una mañana Jonás se levantó con ligera acidez en su estómago. Por la tarde una úlcera se abrió paso en su tripa, lacerando la piel y estriando la carne. Por la noche, comenzaron a salir, del recientemente abierto orificio, amigos de todas clases. Primero salieron los conocidos con pretensiones, aquellos que que se quieren integrar; después aparecieron los amigos del alma, los que ya están condenados al infierno; siguieron los amigos por conveniencia, cuyos pactos son fríos y volubles como el viento invernal. Ya de madrugada, Jonás se tumbó en la cama y cerró fuertemente los ojos, no podía soportar la ansiedad de las perdidas. A la mañana siguiente despertó Jonás sin ojos, pues ya no los necesitaba. Nunca había estado preparado para ver la realidad y nunca lo estaría.

4 comments:

Le Chariot said...

Como decian al empezar el libro ese de ratones judios, pon a tus amigos diez dias sin comer en la misma casa y veras como son son tus amigos. Me alegra que vuelvas a tomar a jonas o a su amigo.

Hedwig said...

no sabia que hacia poco habias publicado, te deseo feliz cumpleaños por aqui y te mandare un mensaje despues de dormir un rato que el movil esta lejos y ando vaga...XD

ha probado de ponerse gafas? o de coserse las tripas rellenandolas de nuevo? :O

hablamos :*

Unknown said...

Conocidos con pretensiones de integrarse...
Si traen buenas intenciones, éstos pueden ser una ganancia en lugar de una pérdida, en estos tiempos que corren de saturada indiferencia e hipocresia...

Dos no son amigos si uno no quiere.

Anonymous said...

HOMBRE, LOS ANOMiNIMOS TAMBIÉN PODEMOS COMENTAR!!!!!!!ºº
Pues nada, escribe más que mola leerte de tanto en cuando.
Paula.